Una casa no es una lavadora

casa lavadoraAunque esto pueda resultar una obviedad y por lo que aparece en la foto hay quien lo ve asi.

Este pensamiento forma parte de lo que la sociedad entiende por eficiencia energética, el subconsciente equipara la escala de calificación energética de los electrodomesticos con la de viviendas y claro, nada tiene que ver.

Si hablamos de viviendas de nueva construcción la calificación es de viviendas tipo D, que son las que resultan de cumplir estrictamente las exigencias de la normativa. Tambien se diseñan y ejecutan viviendas tipo A y B de nueva construcción pero para alcanzar esta calificación hay que aplicar medidas de eficiencia energética tales como mejores caractateristicas en: aislamiento termico, carpinterias, vidrios… ademas de estudiar mejor el rendimiento de las instalaciones termicas, implantar energias renovables y en mayor porcentaje… asi se obtendrian viviendas que conocemos como alta calificación que son las que optarian a ayudas.

En el caso de viviendas existentes la media se situa en calificaciones F o G, y en algunos casos por no disponer de mas letras. ¿Es posible alcanzar mejores calificaciones?

Nuestra sabiduria popular no puede pretender que su vivienda de hace unos 30 años, en el mejor de los casos, donde ya teniamos una normativa en condiciones térmicas, pueda obtener una calificación A o B… “Por que claro yo necesito el certificado energético para vender o alquilar mi vivienda, ¿no podria ser A?” y asi se inicia este repetido discurso entre técnico y cliente.

De momento las ayudas que fomentan la mejora de la eficiencia energética están a nivel de alta calificación para A y B, y claro, con este termino tan de moda: “becar”, optar a una beca de estas no es muy alentador ya que ni se construye lo que nos gustaria ni como nos gustaria y lo que es peor aun, el grueso del problema esta en el parque ya edificado, en la viviendas existentes, y estas no llegan ni al bien ni mucho menos al aprobado.

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